Desde estas letras, deseo resaltar el enorme cariño que han prestado su madre y, de manera especial, su tío Rafa para poder terminar la laboriosa y delicada tarea de la coloración de esta obra, que la Fundación Juan Manuel Flores Jimeno tiene la gentileza de poner en vuestras manos. De igual manera, tenemos que agradecer la labor desarrollada en la publicación por sus tíos Rodolfo y Juan Gaspar, y el asesoramiento y gestiones realizadas por Dimas, Director del Servicio de Publicaciones de la Universidad de Huelva.

Agradecer su colaboración a Rocío, su amiga, su inseparable e incondicional hermana, que Dios te ayude a guardar el dulce recuerdo de tu ser más querido. En lo más bonito de tu juventud, has de luchar por mantener con la mayor alegría el dulce recuerdo de años que conviviste con tu hermano.

Nuestra gratitud hacia Pilar Pulgar y José María Tejero por sus gestiones en la publicación de la obra de Juan Manuel, al que bautizaron con el sobrenombre, del "Nobel" por la viveza de sus ojos de recién nacido.

Qué decir a Pepi y Domingo Delgado, a Juan Carlos Castro Crespo y Alfonso Aramburo por su cariñosa, entusiasta y desprendida contribución en esta publicación, con la donación de sus magníficas obras. Existen determinados actos llenos de humanidad y sensibilidad para los que posiblemente se requiere ser artista. ¿Cómo expresaros nuestra gratitud?

Andrés, Julio, Gerardo, José y a todos sus amigos que lo acompañaron durante su vida hasta el último momento, gracias por vuestra presencia.

Jesús, gracias por tu "Recuerdo en la distancia".

Al profesor Gili, gran humanista, hombre decisivo en la corta vida de Juan Manuel, por la concesión de una beca en los servicios de investigación en el Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla. Le abrió la ventana que sin dudas era una de sus grandes ilusiones: "la investigación". Gratitud y cariño que deseamos hacer extensivo a todos los compañeros de la Unidad de Investigación en esta labor.

De igual manera, queremos expresar nuestro agradecimiento a los amigos y compañeros de los Departamentos de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Sevilla en los que colaboró y a los del Centro Andaluz de Refugiados de Sevilla, especialmente a los niños, que le permitieron desarrollar su segunda vocación, "la entrega a los demás".

Iniciamos la vida de la Fundación Juan Manuel Flores Jimeno no como una tarea exclusiva de la familia sino abierta a todas cuantas personas le conocieron y quisieron o, incluso, pudieron conocer su gran espíritu de entrega a los demás, y que deseen participar tanto en lo grande como en lo pequeño.

No quisiéramos terminar este escrito sin expresar nuestra gratitud a Pedro Núñez Morgade, a José Asensio por la inmediata y acertada colaboración en los Estatutos de la Fundación y al notario Carlos Toledo por el cariño mostrado y desinteresada colaboración en la formalización de la Fundación.

La Fundación Juan Manuel Flores Jimeno espera de cuantos así lo deseen ayuda, ideas, gestiones y colaboración.

Manuel Flores Caballero,
Presidente de la Fundación.